martes, 24 de febrero de 2009

un lugar


por un momento 
casi olvido el poder curativo

del paisaje


a parte de serenar mi ser, 
el hecho de que me descubriera 
dentro del platillo volante
me hizo sentir 
que nunca hay que renunciar a volar
y que los platillos están ahí...

2 comentarios:

monipeni dijo...

... me has hecho sonreir Yul...

...siempre quedará un platillo volante que vendrá para rescatarnos...

Jorge Martin Meana dijo...

ay pardal ya tardabas...pero claro...tienes que ir a aasturias para ver cosas bonitas jejejeje...besos